Todo el mundo metalúrgico de las Midlands se dedicó por completo a la producción masiva con destino bélico. El Estado aprendió a fijar los criterios de calidad en un nivel que permitía una mayor participación y, por lo tanto, la producción en masa, remedando los instintos comerciales de las corporaciones mercantiles, en especial de la East India Company, con las que estaban a la vez ligados y en competencia directa.