los tres pasajeros restantes, dos eran misioneros, unos tales señor y señ
Oswaldo Javier Valerdi Larahas quoted5 days ago
Durante todo el viaje había usado sus clásicos trajes de oficina. Tenía cinco en tota
Oswaldo Javier Valerdi Larahas quoted5 days ago
Decidió marcharse, si bien enseguida se dio cuenta de que no habría muchas más ocasiones para estar allí. La semana siguiente,
Oswaldo Javier Valerdi Larahas quoted4 days ago
Esa clase de pensamientos destellaban en la mente de Standish incluso mientras estaba
Oswaldo Javier Valerdi Larahas quoted2 days ago
sol naciente, que había estado oculto a la vista de Standish, ya que se había caído por la borda cuando el Arabella navegaba directamente hacia el astro
Oswaldo Javier Valerdi Larahas quoted2 days ago
Siempre hacía lo que había que hacer, aunque sin entusiasmo. Se mantenía en buena forma nadando y jugando al balonma
Oswaldo Javier Valerdi Larahas quoted2 days ago
Standish, flotando en el agua, concentró sus pensamientos en las personas que iban a bordo del Arabella y, como resultado, cayó
Cecilia del Torohas quotedlast month
El mundo entero estaba tan silencioso que Standish fue presa del desconcierto. El solitario barco abriéndose camino por el ancho mar, la miríada de estrellas desvaneciéndose en el amplio cielo… eran cosas primordiales que lo relajaban y al mismo tiempo lo perturbaban. Era como si estuviera comprendiendo por primera vez que todos los enojosos problemas de su vida carecían de sentido e importancia. Con todo, se avergonzaba de haberlos tenido en el mismo mundo que podía crear un panorama como aquél.
Cecilia del Torohas quotedlast month
Sin embargo, al igual que muchas otras cosas, aquél era un placer del que un hombre adulto se cansaba si lo disfrutaba durante demasiado tiempo
Cecilia del Torohas quotedlast month
El mundo estaba lleno de dignidad. Y dignidad era lo que un hombre necesitaba para vivir en paz.