Me convertí en poeta también y viví durante un año en un paraíso de mi propia creación; me imaginé que yo también podría obtener un lugar allí donde se veneran los nombresde Homero y Shakespeare. Tú estás bien al corriente de mi fracaso y de cuán amargo fue para mí este desengaño. Pero justo entonces heredé la fortuna de mi primo, y, mis pensamientos retornaron a su antiguo cauce.