La meta de esa planificación se describirá con algún término vago como, por ejemplo, “el bienestar general”, pero no habrá acuerdo verdadero en cuanto a las finalidades que se persiguen; y eso de convenir en una planificación central sin convenir antes en sus finalidades es como si un grupo de personas se comprometieran a hacer un viaje juntas, sin decidir de antemano adónde han de ir, con el resultado de que todas pueden verse obligadas a llegar a un sitio al que la mayoría no quería ir.