Gordo, gay y enamorado de un chico que ni siquiera responde a mis «buenos días» en el ascensor. Podría salir todo mal. Va a salir todo mal. Y no tengo tiempo de pensar en un plan de fuga de emergencia porque el timbre ya suena. Y mi madre abre la puerta. Y yo, por supuesto, estoy sudando.
Esto va a empezar.