sobre esta cuestión será preciso además tomar buena nota de que, contrariamente a una opinión errónea excesivamente propagada entre los modernos, en modo alguno debe ser concebida la especie como una «colectividad», pues ésta no es más que una suma aritmética de individuos, es decir, al contrario de la especie, algo completamente cuantitativo; la confusión de lo general con lo colectivo es una consecuencia más de la tendencia que inclina a los modernos a no ver en todo más que la cantidad y que encontramos continuamente en el fondo de todas las concepciones características de su mentalidad particular.