ficio para Bethany, que le quedaba como anillo al dedo: alivio de su ansiedad. Simplemente debía establecer una asociación más firme entre meditación y alivio. Por ejemplo, ella sabía —igual que su terapeuta— que mitigaba su ansiedad cuando hacía ejercicio.
“Hemos notado un cambio en mis niveles de ansiedad cuando no me ejercito durante cierto periodo, así que tengo que buscar ese tiempo.”
Lo mismo tendría que suce