Cuando Miqueas habló de misericordia, usó la palabra hebrea para “amor leal”. Es el tipo de amor que Dios tiene por Sus hijos, un amor firme, un amor que resiste. Es la clase de amor que perdura. Aunque Dios difícilmente aprueba todo lo que Sus hijos hacen, Él permanece con ellos. Esa es una prioridad del amor cristiano.