La imagen estaba presente en nosotros, distante de todo el pasado que podía haberla preparado en el alma del poeta. Sin preocuparnos por los “complejos” del poeta, sin hurgar en la historia de su vida, éramos libres, sistemáticamente libres para pasar de un poeta a otro, de un gran poeta a un poeta menor, con motivo de una simple imagen que revelaba su valor poético mediante la riqueza misma de sus variaciones.