Durante el transcurso de mi investigación, descubrí la etimología de la palabra fuck, que procedía de los primeros diarios navales que llevó ese capitán: cuando un miembro de la tripulación recibía un castigo por haber mantenido relaciones sexuales, en el diario se anotaba FUCK («for unlawful carnal knowledge», o por conocimiento carnal ilegítimo). Era un dato curioso demasiado bueno como para no compartirlo con toda la clase.