En la desértica llanura de Laetoli, al norte de Tanzania, Mary Leakey descubrió un rastro de pisadas de homínidos. Los dos prehumanos descalzos caminaban muy juntos. Caminaban por un terreno de toba volcánica aún húmeda. Nos ha quedado el registro de esos pocos segundos de un día de hace unos tres millones setecientos cincuenta mil años, antes de que los homínidos tallaran herramientas de piedra