De todos modos, la reputación de The Black Album sufrió un serio revés cuando apareció su edición oficial.
Tal vez lo más sorprendente del disco es que (en gran parte) fue concebido como música de fiesta, con canciones grabadas para el aniversario de Sheila E. Hay referencias al baile y al sexo, pero también hay un tono más duro, característico del álbum, y pone de manifiesto cómo Prince se asustó de sí mismo por el carácter perturbador de algunas letras.