William Somerset Maugham

, si el hombre contemporáneo se dedicaba a estudiar y comprender el modo en que los romanos se habían enfrentado a una situación concreta, podría entonces abordar una situación parecida actuando con prudencia y eficacia.

En estado de reposo, la expresión de su rostro era recelosa, pensativa, severa y fría.

la virtud y la laboriosidad son los únicos caminos seguros, tanto para alcanzar el éxito en este mundo como la felicidad en el que viene

Maquiavelo podía ser muy entretenido, y, cuando se ponía a ello, no había quien le ganara en afabilidad, gracia y sutileza.

Maquiavelo jamás confiaba en nadie más de lo estrictamente necesario, y tampoco lo haría con él.

expresión, cándida y sincera, había engañado a muchos, haciéndolos caer en el error de considerarlo poco capaz.

Un Estado no se gobierna ejerciendo las virtudes cristianas. Se gobierna con prudencia, astucia, determinación y crueldad.

—Los hombres pasarán por alto la pérdida de sus libertades políticas siempre y cuando se preserve su libertad personal

minar su autoestima, hacerle perder la confianza en sus propias capacidades para, de este modo, convertirlo en un hombre más fácil de doblegar.

Maquiavelo abrigaba la convicción de que el hombre alimenta siempre las mismas pasiones y siempre es igual a sí mismo, de tal modo que, si las circunstancias de la historia se repiten, se replicará también su secuencia, y una misma causa dará como resultado