Fina Marfà

Sean cuales sean las anclas que te retienen, tienes que deshacerte de ellas para encontrar tu pasión.

Pon por escrito tus respuestas a las siguientes preguntas:

¿Cuándo fue la última vez que sentiste verdadera emoción?

Qué otras cinco experiencias (diferentes de la anterior) te han hecho sentir emoción?
¿Por qué estabas emocionado en cada uno de esos momentos?

En qué experiencias te duró más tiempo el entusiasmo?
¿Estas emociones tenían algún denominador común?

Cómo era la emoción que sentiste? (¿Cómo cambió tu fisiología en estas ocasiones? ¿Cuál era tu postura? ¿Cómo eran tus expresiones faciales? ¿Y tu respiración? ¿Y tu ritmo cardíaco? ¿Qué otras cosas le pasaban a tu cuerpo?)
Cuando tengas claro cómo es la emoción y cómo te hace sentir y seas capaz de relacionarla con experiencias concretas que te han entusiasmado, te será más fácil responder a la pregunta «¿Qué harías con tu vida si no tuvieras que preocuparte por el dinero?». Respuesta: «Haría cosas que me emocionasen todos los días». Bien, ¿qué es lo que más te emociona durante un periodo de tiempo más largo? Eso es probablemente tu pasión.

Dicho de otra manera, la pasión es mitad amor, mitad obsesión. Entonces, ¿qué te gustaría hacer todos los días? ¿Qué es lo que te obsesiona? En la intersección de esas dos cosas está tu pasión.

Convierte tu pasión en tu misión

Tu tarea es hacer lo mismo: encontrar al menos a tres personas que se ganen la vida haciendo lo que a ti te apasiona.

Lo verdaderamente importante es que conozcas a personas que hagan lo que quieres hacer tú, que aprendas de ellas, que asimiles sus conocimientos y que tomes medidas contundentes.

No es tan fácil

Desde luego no fue fácil; tuvimos que tomar medidas drásticas para levar nuestras anclas; necesitamos coraje para rechazar ciertos imperativos sociales y poder vivir una vida plena y con sentido. Pero valió la pena, y vale la pena para ti también. Te mereces perseguir tu pasión, te mereces vivir tu misión, te mereces vivir una vida con sentido.

5. Crecer
El significado de la vida