Esto es así porque la semejanza minimiza el conflicto y los malentendidos. A pesar de ello, y parafraseando al fabricante de chicles estadounidense William Wrigley Jr., cuando dos personas piensan igual en un equipo, una de ellas es prescindible. Fórmalo con gente igual que tú y, sin duda, sentirás menos frustración, tomaréis decisiones con más rapidez y todo el mundo se enfrentará al trabajo de la misma manera.