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Yukio Mishima

  • Anahas quoted9 months ago
    La belleza es cosa terrible y espantosa!
  • Ann Lophas quoted2 years ago
    Cuando un hombre no responde a las motivaciones que regulan el mundo material, ese mundo parece sumergirse en un completo reposo.
  • Ann Lophas quoted2 years ago
    Su única ambición era encontrar a alguien que pudiera ofrecerle un amor fuerte y profundo.
    Una mujer con tales aspiraciones se convierte en una criatura aterradora. Si hu
  • Ann Lophas quoted2 years ago
    rdote?
    Aguardó a que el hombre con las manos de Buda le rogara abrir el postigo que los separaba. Cuando se lo pidiera, ella levantaría tal barrera y su cuerpo incomparablemente hermoso aparecería frente a él como en su primer encuentro junto al lago. Ella lo invi
  • Ann Lophas quoted2 years ago
    ocos días después llegó a la Corte el rumor de que el espíritu del Gran Sacerdote había alcanzado la liberación final en su celda de Shiga. Al enterarse de tal noticia, la dama de Kyögoku se dedicó a copiar en rollos y rollos, con la más hermosa escritura, el pensamiento de los sutras.
  • Ann Lophas quoted2 years ago
    Kiyoko: Suponiendo que lo llame... ¿querría usted salir conmigo si mi rostro se transformara totalmente?
    Hombre A: Muy ingenioso, muy ingenioso, señorita. Temo no entender bien, pero aun así...
    Kiyoko: ¿Aunque me convirtiera en una horrible bruja?
    Hombre A: Todas las mujeres tienen varios rostros. Se necesita algo más que eso para asustar a un hombre de mi edad. Nos veremos luego.
  • Ann Lophas quoted2 years ago
    Quizás, y no estoy demasiado segura, fue mi amor quien lo alejó de mí. Sí, puede haber sucedido así. Él prefirió hacer de una aventura feliz, fácil y abierta algo secreto y terrible. Era un muchacho muy guapo. Cuando salíamos a caminar juntos, la gente decía que formábamos una pareja perfecta. Parecía que el cielo azul, los árboles del parque y los pájaros nos dieran la bienvenida. Decíamos que el firmamento, de día o de noche, tachonado de estrellas, nos pertenecía. Sin embargo, él prefirió el interior de un armario.
  • Ann Lophas quoted2 years ago
    Sintió que había cierta elegancia en la asociación de la muerte con aquella cara sana y radiante.
  • Ann Lophas quoted2 years ago
    Sus mejillas, recién afeitadas, irradiaban nuevamente el brillo de la juventud y parecían iluminar la opacidad del espejo. Sintió que había cierta elegancia en la asociación de la muerte con aquella cara sana y radiante.
  • Ann Lophas quoted2 years ago
    Era imposible encontrar en ella el menor rastro de tristeza, y, al observar aquella demostración de la personalidad apasionada de su mujer, el teniente pensó que había elegido la esposa que correspondía.
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