sanar nuestra alma, redescubrir nuestra propia identidad, nuestra esencia; también, nos facilita el hecho de poder reinterpretar nuestras experiencias pasadas, así como replantearnos nuestras metas a futuro.
Aquí no se trata de interpretar intelectualmente nuestras obras o la de nuestros pacientes sino, más bien, de poder aprender a utilizar la obra creada como un método para conectarnos con nuestras emociones y recuerdos reprimidos, olvidados.