Son libros de lectura pública y explicación del contenido, que, como acabo de señalar, sustituyeron a la Torá y otros textos sagrados judíos en las distintas comunidades del protocristianismo que está formado básicamente por judíos de la diáspora: su objeto no es relatar la vida de Jesús, sino atraer adeptos hacia la doctrina y, sobre todo, mantener en ella a los creyentes.