comportamiento del empresario. No acepte programas que sólo están en la publicidad de las casas de estudios superiores. Revise detenidamente las mallas curriculares.
Lea muchísimo, sea curioso, incursione en Internet donde hay muchos sitios web sobre los temas que le interesan, y acostúmbrese a generar opinión propia.
Investigue por su cuenta por qué algunas empresas funcionan bien y otras no. Tome el caso de dos lavanderías en su barrio, la mejor y la peor, y estúdielas, analícelas y cuestione por qué dos emprendimientos en la misma zona, con el mismo mercado, con los mismos proveedores, con el mismo número de empleados, tienen resultados tan diferentes. Estudie después las librerías, las carnicerías y otras actividades y nunca deje de hacerlo.
Iníciese prestando servicios como ayudante de un profesional, asesorías, participación en actividades de su escuela, organización de eventos. Enfrente todas las oportunidades como un desafío.
Cuando usted tenga definido cuál es su campo de actuación, prepárese para estudiarlo profundamente. Antes de abrir su negocio, domine completamente el conocimiento de aquello que usted va a emprender.
Una última recomendación, no sacamos nada con saber; es necesario hacer cosas con lo que se sabe. Las personas no valen por lo que saben, sino más bien por lo que hacen con lo que saben.
Tenga siempre presente lo que asegura Eudald Domènech, fundador y CEO de InOut TV; afirma que un componente fundamental del emprendimiento y la innovación es su aplicación exitosa en la comercialización. No basta crear algo –sostiene– sino que es preciso introducirlo en el mercado para que las personas puedan disfrutar de sus beneficios.