Por último, una cuestión muy importante: cada obra debe leerse en su contexto histórico, geográfico, cultural y social, porque puede servirnos para comprender mejor esa época, colectividad, cultura o país. No se trata de que no se pueda aplicar la crítica literaria feminista y de género a narraciones de otros siglos (de hecho, es posible analizarlas e interpretarlas desde ellas perfectamente), sino que no se deben juzgar con los mismos valores de ahora.