Creo que… si hacemos el esfuerzo, podríamos… llevarnos bien.
Sonrió incrédulo.
—¿De verdad lo crees? ¿Tú y yo?
—Sí…
—Déjame decirte que yo no estoy tan de acuerdo, Carusso.
—¿Por qué? ¿Qué es lo que tanto odias de mí? —De algún modo me molestó encontrarme con que me detestaba.
—Yo no te odio…