Rafael M. Mérida Jiménez

Por una historia multiversal

El homosexual, como el Everest o el aparato digestivo, era un objeto natural, no una institución como la banca o la democracia, por eso carecía de comienzo histórico.

Por usar otra metáfora, se trataría esta vez del arsenal borgiano (Borges, 1985), de proveer al lector de un adminículo semejante al aleph, un objeto humilde que le permita contemplar por unos instantes esa pluralidad dinámica de paisajes.

erotismo entre hombres, siendo este considerado incluso como la quintaesencia de la supremacía masculina,

al homoerotismo, como, por ejemplo, pathicus (gr. παθικός) o cinaedus.

Para la historia de la sexualidad, como para cualquier otro aspecto, no se puede perder de vista que la existencia de la esclavitud y las relaciones de poder y sometimiento que implicaba esta institución hacían posible que una gran parte de la población estuviera expuesta a los deseos, de cualquier tipo que estos fueran, de las clases dominantes (Kamen-Marshall, 2021).

En cuanto a las fuentes, son de diversa índole y cada una de ellas plantea diferencias en su importancia y la confianza que merecen. Si son literarias, hay que tener presente que no tienen por qué corresponder exactamente con la realidad y que la tradición manuscrita y el cristianismo puede haberlas modificado o haber favorecido la transmisión de unas sí y otras no.

una persona activa (erastés) y otra pasiva (erómenos)

considera este tipo de amor superior a cualquier otro

la preferencia de los hombres casados por los muchachos