Se hacía llamar la Lluvia.
***
Nació para todos los sentidos y a todos los confunde. Mirada por la piel, olida por la lengua, gustada por las orejas, tocada por los ojos, oída por la nariz, ensaya un ligero tap sobre los vidrios para después soltarse. Gocemos su llegada, antes de que sus excesos, sus intempestivas venidas nos hagan desear su retirada.