Desde hace varios miles de años, en la Medicina Tradicional China y en el Antiguo Egipto de los faraones se conocían algunas virtudes medicinales de un número relativamente elevado de plantas, unas 7.000 especies diferentes en los registros chinos, y unas 700 en el famoso papiro egipcio de Ebers. Herodoto, el historiador griego, llegó a escribir de los egipcios: «En Egipto cada médico se ocupa de una única enfermedad; por eso el número de médicos es muy elevado». Esta afirmación, que en nuestros días puede parecer un tanto irónica, teniendo en cuenta la progresiva especialización de la medicina occidental, es un buen indicador del alto nivel de desarrollo que llegó a alcanzar la medicina egipcia. Plantas medicinales como el hinojo, el lino, el ajo, el ricino o el arce, entre otras muchas, eran conocidas y empleadas ya