Tras la llegada de la niña, a menudo se divertirán poniéndose a prueba mutuamente, formulando preguntas en forma de retos: ¿cómo eran los días antes?, ¿qué horarios teníamos? Por diversión, tratarán de recuperar la memoria inmediata de ese pasado, aunque ya muy lejano para ellos, con el fin de meterse durante un instante en su antigua piel de jóvenes. Ya no saben lo que es ser responsables sólo de sí mismos. Se hacen preguntas, pero no pueden revivir esa etapa de sus vidas con la misma facilidad con que se pondrían una vieja prenda que han encontrado por casualidad