Keanu Reeves es un filántropo incansable que fundó un instituto de investigación contra el cáncer después de que su hermana enfermara de leucemia; sufrió una terrible tragedia personal; y se calcula que ha donado ciento veinticinco millones de dólares a organizaciones benéficas, amigos y los miembros peor pagados del equipo de rodaje de sus películas. Ha hecho campaña a favor del dalái lama, cree que el mundo es «bello y generoso» y es, según todos los indicios, el tipo más majo de Hollywood. Pasó su cuarenta cumpleaños sentado a la puerta de una cafetería, invitando a café a todo el que quisiera hablar con él. Lleva una vida absolutamente opuesta a la de cualquier estafador y misógino radical de la Machoesfera, y eso le ha hecho querido, rico y feliz.