No había mercenario en todo el mundo que no conociese a Gabe el Gualdo, aunque lo cierto era que no caía bien a todos. Tam había oído decir a algunos guerreros novatos que el mercenario estaba sobrevalorado, que había vivido en una época más simple y que no tenía las agallas necesarias para pelear en una arena de combate. Muchos de los que lo habían conocido durante los años en los que Saga iba de gira lo consideraban arrogante e insolente, y aseguraban que estaba más preocupado por aprovecharse de su fama que de ganársela. Tam supuso que eran sentimientos que en su mayor parte nacían de la envidia, pero, como la muerte no era algo envidiable, lo que pasó a continuación no fue ninguna sorpresa.
Mucho sentimiento. Bien expresado