puedes disfrutar de tu sexualidad libremente, aprender a gozar con plenitud de tu cuerpo, conocer cada rincón y explorarlo sin culpa ni vergüenza; que puedes gozar de uno o varios orgasmos, además de aprender cómo hacerlos más intensos. Tú ejerces el control sobre tu deseo (eres dueña de tu mente) y tienes el derecho de decidir qué haces, o no, con tu persona. Quiero enseñarte que puedes disfrutar del cuerpo de tu pareja tanto como del tuyo