«Cuando un niño juega a fútbol y marca un gol, puede decir: “¡Bien, he marcado!”. Cuando se divierte con piezas de construcción, puede decir: “Ven a ver la torre que he construido”. Es más complicado explicar: “Papá, mamá, hoy he vendido tres quilos de tomates”», prosigue Bénédicte Fiquet.