Pero es verdad que uno tarda en limpiarse la vergüenza y la suciedad primitivas. En cuanto se abre tu corazón, los residuos fluyen de él al mismo tiempo que el amor. Por eso es mejor no dejar de bombear, renovar tus fosas sépticas y tu conexión con el mar de forma que puedas disfrutar de la tranquilidad de tu hogar, de tu retrete.