A Vd. pues, que sabe comprender y podrá disimular los defectos de una obra escrita con ánimo conturbado y tan lejos de nuestras praderas queridas y sus característicos habitantes, á usted le dedico este libro, rogándole se sirva aceptarlo con mi ardiente deseo de que le sea agradable su lectura ó lo distraiga al menos en los padeceres de su salud quebrantada, y le anime el recuerdo de este su antiguo y reconocido compatriota y amigo,
Hilario ascasubi.