dijo en inglés que ellos no eran capaces de apreciar su atractivo; después, en ruso, que él era muy valiente en el trabajo llevando a cabo tareas difíciles; a continuación, en francés, que tenía una fuerza de voluntad de hierro; en griego, que además tenía la habilidad de conseguir lo imposible; en italiano, que era muy consciente de que esta facultad le costaba muchos esfuerzos; en español, que según ella era el hombre más atractivo que existía; y, finalmente, en japonés, que no le importaría salir con ellos en el caso de que hubieran entendido todo aquello que les acababa de decir.