Pero el yoga no es una creencia, y por eso es tan difícil, tan arduo y, a veces, parece incluso imposible, porque significa adoptar una actitud experiencial. Te conducirá a la verdad, pero no por medio de creencias, sino de tu propia experiencia, de tu propia realización, y eso significa que tendrás que cambiar radicalmente. Tus puntos de vista, tu forma de vida, tu mente, tu psique tienen que quedar completamente arrasados para que pueda crearse algo nuevo. Porque sólo cuando cuentes con ese algo nuevo podrás entrar en contacto con la realidad.