Esta novela corta y poco conocida del escritor Jack London es una verdadera joya escondida. Un relato post apocalíptico que se desarrolla en el año 2076. 63 años después de que una epidemia denominada “La peste escarlata” aniquilase a casi toda la humanidad. Uno de esos pocos sobrevivientes, un maestro de universidad llamado James Smith ahora ya de 90 años, rememora esos terribles acontecimientos narrándoselos a sus nietos y tratando de dejar en ellos las enseñanzas que dejo la muerte a su paso.
Una historia escalofriante que curiosamente la escribió London en 1912
Y que por sus exactitudes en lo que ocurrió en el 2020 la convierten en casi una profecía.
La historia me pareció increíble y más aún por quien y cuando fue escrita. Definitivamente London fue una especie de vidente que con esta rara obra me deja satisfecha y asombrada.
Está buenísimo y en corto lo terminas. La historia del perro Buck trabajando en el ártico, jalando los trineos en donde la gente se trasladaba por los lugares donde solo impera la nieve y el frío. Es impresionante como el autor dota a los personajes perros y sobre todo a Buck de personalidades bien definidas. Los hace seres con sentimientos, virtudes, carácter, anhelos, capaces de tomar decisiones; como si fueran personas. Me gusta mucho el hecho de resaltar ese instinto/anhelo primitivo de Buck que lo hace soñar/recordar ese ancestro casi bestia del hombre primitivo. Y sobre todo el deseo a mi parecer inconsciente pero al final realizado de Buck de librarse de todas las ataduras con los hombres y vivir libre.