es

Bernardo Fernández

  • Liah Annhhas quoted2 years ago
    La nueva reina del cártel de Constanza arrancó para marcharse por la costera, escoltada por ocho guaruras y un coro de leones que no paró de rugir hasta que se perdieron en la lejanía.
  • Josué Osbournehas quoted8 months ago
    Y hay cabrones como yo.

    Con lo que me pagó mi compadre me fui a Monterrey. Quería pasarme unos días de incógnito en la Sultana en lo que se enfriaban mis muertos. De paso, me refinaba una espaldilla
  • Josué Osbournehas quoted8 months ago
    y el Güero? no, pos que se quedó, pero al rato nos alcanza, y dicel papá cómo crees, vieja, y dice la mamá oh, usté tranquilo y no me lo va a creer, amistá, al tercer día que llega el condenado Güero, trepado en un camión de naranjas como si nada, ¿ya vio?, le decía la Azul a su marido, si el Güero es cabrón. Por eso, salú por mi compagre, que sabrá Diosito santo ónde anda el cabrón, pero mientras no sea cepillándose a mi vieja, todostá bien, porque el desgraciao me ha salvado la vida como tres o cuatro veces. Nomás por eso hasta que se vulcanizara a la Lola le perdonaba al cabrón, pero de cómo me ha salvao el pellejo, ésa se la cuento en otra ocasión, amistá… Salú.
  • Josué Osbournehas quoted8 months ago
    ¿y el Güero? no, pos que se quedó, pero al rato nos alcanza, y dicel papá cómo crees, vieja, y dice la mamá oh, usté tranquilo y no me lo va a creer, amistá, al tercer día que llega el condenado Güero, trepado en un camión de naranjas como si nada, ¿ya vio?, le decía la Azul a su marido, si el Güero es cabrón. Por eso, salú por mi compagre, que sabrá Diosito santo ónde anda el cabrón, pero mientras no sea cepillándose a mi vieja, todostá bien, porque el desgraciao me ha salvado la vida como tres o cuatro veces. Nomás por eso hasta que se vulcanizara a la Lola le perdonaba al cabrón, pero de cómo me ha salvao el pellejo, ésa se la cuento en otra ocasión, amistá… Salú.
  • Josué Osbournehas quoted8 months ago
    No me gusta dormir. Mi sueño es intranquilo. Tanto muerto no me deja en paz. Pero a veces hay que hacerlo
  • Josué Osbournehas quoted8 months ago
    Entonces el Güero se bajaba y le ponía en su madre al que yo le dijera. Nunca se abrió el cabrón y varias veces le señalé peladones más grandotes que él. Al principio, a veces sí le planchaban su trajecito, pero al pasar del tiempo, llegó un momento en el que nadie, se lo digo yo, nadie, le pudo hacer frente. Lástima, alguna vez tuvimos nuestras diferencias y nos separamos. Fue cuando empezó de matón. La vida da muchas vueltas, cómo no. Un gran tipo ese Güero. El hijo que nunca tuve
  • Liah Annhhas quoted2 years ago
    Chino era el soplón más confiable de todo el noroeste de la república. Si algo estaba sucediendo, él lo sabía. El qué, quién y en dónde. Cómo lo hacía, era un misterio no resuelto.
  • Liah Annhhas quoted2 years ago
    Bien, Chino, tu información vale cada centavo —se incorporó—, te dejo; como debes saber, el Señor nos hizo un encarguito que nos espera en Torreón y son muchas horas de camino.

    —En Lerdo, en Lerdo.

    —Es la misma mierda, hombre
  • Liah Annhhas quoted2 years ago
    Hay algo más, güerito. Ésa mujer, la jeva que va con tu hombre…

    —¿Qué?

    —Es muy peligrosa, gato, pólvora pura esa gachí, sobre todo para ti. No good, no bueno.

    Tamés suspiró.

    —Mira, Chinito, aún no ha nacido la mujer que no le pele el nabo a Ricardo Tamés. ¿Okey?

    —El que advierte no engaña, menda.
  • Liah Annhhas quoted2 years ago
    El que lanzó a la muerte a tu ahijado se llama Obrad Novoselic.

    —Pa su madre. Qué nombrecito.

    —Él planeó todo para mandar al Picochulito a una muerte segura y luego huir, fingiendo que llevaba un rehén. La mujer, el falso rehén y el traidor de tu ahijado van camino hacia el sur.
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)