usado para cortar las muñecas de sus padres. Ese mismo deseo de muerte se apoderó de la plana mayor del nazismo: cincuenta y tres generales del ejército, catorce de la fuerza aérea y once de la marina se suicidaron, además del ministro de Educación Bernhard Rust, el ministro de Justicia Otto Thierack, el mariscal de campo Walter Model, el Zorro del Desierto, Erwin Rommel, y, por supuesto, el mismísimo Führer.