Stephenie Meyer

Este beso había tenido el mismo sabor doloroso por alguna razón que no acertaba a imaginar

plomo en la plaza desde el cen‍

Sólo me llevó un segundo comprender la distinción, y entonces mi rostro se volvió tan frío como el suyo.

—Eso no es asunto tuyo.

—Maldita sea si no… —fue todo lo que consiguió mascullar.

. Sus ojos eran fríos.

Sólo me llevó un segundo comprender la distinción, y entonces mi rostro se volvió tan frío como el suyo.

—Eso no es asunto tuyo.

—Maldita sea si no… —fue todo lo que consiguió mascullar.

No esperaba que mis palabras precipitadas provocaran una respue

Puedo hacerlo, me mentí sin mucha convicción. Nadie me va a morder.

Pero están juntos. Me refiero a Emmett y Rosalie, y a Jasper y Alice, y viven juntos.

Son Edward y Emmett Cullen, y Rosalie y Jasper Hale. La que se acaba de marchar se llama Alice Cullen; todos viven con el doctor Cullen y su esposa -me respondió con un hilo de voz.

Se llama Edward. Es guapísimo, por supuesto, pero no pierdas el tiempo con él. No sale con nadie. Quizá ninguna de las chicas del instituto le parece lo bastante guapa

Tendrías que ver al doctor -dijo Charlie, y se rió-. Por fortuna, está felizmente casado. A muchas de las enfermeras del hospital les cuesta concentrarse en su tarea cuando él anda cerca.

. Oí con claridad cómo se movía la silla contigua, pero continué mirando mi dibujo.

–Hola -dijo una voz tranquila y musical.