En la cadena productiva del matsutake, pues, podemos ver la historia que acabo de describir: comerciantes japoneses en busca de socios locales; trabajadores estadounidenses desligados de la esperanza de un empleo estable; traducciones entre diversas aspiraciones, que permiten al concepto de libertad estadounidense configurar un inventario japonés. He argumentado aquí que la organización de la cadena productiva nos permite observar esa historia, que de otro modo podría quedar oscurecida por toda la parafernalia que rodea al liderazgo global de Estados Unidos. Cuando se deja que las mercancías más humildes ilustren grandes historias, la economía mundial se revela como producto de coyunturas históricas: las indeterminaciones del encuentro.