A la reciprocidad recurren las ONG para recaudar dinero. Por poner un ejemplo, la organización estadounidense de veteranos de guerra discapacitados (Disabled American Veterans) estuvo años consiguiendo un muy respetable 18 por ciento de respuestas a sus peticiones sin usar nada más que una carta muy bien redactada, pero, a partir del momento en que empezó a incluir un pequeño regalo en el sobre, ese porcentaje casi se duplicó y llegó al 35 por ciento.