Debo admitir que al principio la narración por alguna razón la sentía extraña y me costaba acoplarme pero al cabo de unas páginas estaba totalmente sumergida en el mundo de estos dos adolescentes. Sus inquietudes, su cosmovisión, y la forma en que se transforman a través de la novela, todo encaja de una manera extraña. La parte del querer formar parte de una sociedad con una normalidad inexistente en la que cada uno se pensaría excluido por su personalidad y como te moldea y te deja vacío, irreconocible.
El intimismo de los personajes y a la vez la falta de comunicación aún cuando hay lazos tan profundos que los unen.