Y me endeudé para estudiar, y trabajé doce horas diarias y gasté dos más en viajes en micro, e hice todas las cosas que hace la gente para alcanzar cierto bienestar, y me cansé, me convertí en una persona cansada y viví en Renca, en Recoleta y en Quilicura, sin saber nunca qué significaban los nombres de todos esos lugares.