Desde el siglo XVII, los tres unicornios han sido el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado, que constituyen los principales modos de dominación. Para dominar efectivamente, tienen que ser imprudentes, feroces e incapaces de ser dominados, como advierte Da Vinci. A pesar de ser omnipresentes en la vida de los seres humanos y las sociedades, son invisibles en su esencia y en la articulación esencial entre ellos.