Por supuesto, es una buena noticia que las personas que huyen de la guerra sean atendidas en países seguros con prontitud y solidaridad. Pero, como bien señalan numerosos comentarios al tuit del Ministerio del Interior español, el doble rasero es insultante frente a miles de personas que, en España y en Europa, llevan años esperando regularizar su situación, que se les apruebe el estatuto de refugiado o asilado, que se les dé permiso de trabajo...