Ya había leído anteriormente a Edith Wharton con su hermosa obra “La edad de la inocencia” y quede deslumbrada por su forma tan magnifica de mostrar una Nueva York de finales del siglo XIX con sus convencionalismos y estreches sociales de la rancia clase alta de aquella época. Ahora por una recomendación que vi leí “La casa de la alegría” y no tengo palabras para alabar esta historia profundamente conmovedora sobre la vida de una desdichada chica llamada Lily Barton.
Lily representa a todas las mujeres de esa época en la que muy acertadamente Virginia Woolf años después nos dice en una “Habitación propia” que una mujer no puede ser económicamente independiente y vivir sola.
Lily es una chica de 29 años huérfana que tiene que capear una sociedad que te trata según lo que tengas, y en ese sentido ella intenta rehacer su pobre legado familiar tratando de conseguir un marido rico que la saque de sus apuros. Lamentablemente Lily se topara con que esa sociedad que la obliga a casarse también le pone obstáculos para poder conseguirlo. Además de que Lily interiormente se resiste a casarse solo por dinero aunque sabe que es la única forma de huir de la pobreza.
Lily es el símbolo de esas mujeres que quieren ser libres para elegir su destino y encontrar el verdadero amor pero que tuvieron que renunciar a ambos por los convencionalismos sociales.
Una novela triste y desgarradora que me hizo soltar unas lagrimas y que me recuerda lo mucho que hemos avanzado las mujeres para lograr nuestra independencia y equidad. Una joya literaria en todos los sentidos.
Nunca voy a olvidar esta historia 😢 Es demasiado conmovedora, tan triste. Aunque es una historia muy corta está llena de la vida misma. Se describe a los personajes perfectamente con todos sus virtudes y defectos. El amor platónico entre Ethan y Mattie es de un anhelo bárbaro, lo único que los puede sacar de su miseria moral. El final es una tragedia, la ruina del destino. Voy a buscar la película porque ya me enteré que hay una protagonizada por Liam Neeson.
Me sorprende la manera en que Edith Wharton desarrolla sus historias. Ya sea que toque el tema de la rancia aristocracia americana de finales del siglo XIX y sus prejuicios y convenciones sociales, como que nos hable de una población rural pobre y olvidada donde sus personajes son también arrastrados por sus pasiones que los llevarán a sufrir las consecuencias de las mismas.
“Ethan Frome” es una historia triste, oscura y trágica y que se enmarca perfecto con el ambiente que la rodea, donde el frío congelante del invierno y la soledad hacen que quien la lea se sienta agobiado y asfixiado.
Una historia de amor o más bien un triángulo amoroso donde sus protagonistas, buscando la manera de disfrutarlo de una manera egoísta se topan con la fatalidad y la ironía de un destino que parece ya marcado a nunca ser.
Me encanto. Con esto afirmó mi admiración a Edith Wharton y a seguir leyendo su obra.
Difícil equivocarse al leer a mi adorada Edith Wharton y esta corta novela lo confirma. “La solterona” es un relato costumbrista de una Nueva York de mediados, finales del siglo XIX donde las mujeres y una sociedad neoyorquina estrecha y esnob son los protagonistas.
Delia y Charlotte son primas, muy diferentes entre sí, tanto en caracteres como en nivel social: mientras Delia es una Ralston de abolengo por apellido de casada, su prima Charlotte es lo que se considera con lástima “una solterona” una mujer sin perspectivas, ni oportunidades para casarse dada su inferior nivel social y económico.
Sin embargo un evento cimbrara para ambas sus respectivos mundos y tanto las unirá como las separarán sus decisiones presentes y futuras.
Una historia conmovedora en la que su autora tratará de darle a la mujer de su época voz y una capacidad para en lo posible, tomar las riendas de su destino a pesar de los convencionalismos rancios que las rodean.
Maravillosa y espero leer toda la obra de esta gran escritora.