Valérie Mréjen

  • Tess Pedrohas quoted10 months ago
    Según su texto, se trataba de vernos menos, de guardar las distancias y de aumentar las libertades. Peleaba por una mayor autonomía, por un alejamiento al 100%, se posicionaba contra el encadenamiento del hombre libre a la mujer adhesiva. No venía a cuento que dejáramos correr rumores de que estábamos for­malmente juntos o este tipo de ideas. El máximo de independencia ofrecía una flexibilidad absoluta y reducía las posibilidades de ruptura. Ni se corrían riesgos ni había obligaciones.
  • Mariana Aguilar Doncelhas quoted2 years ago
    Las sostuvo en sus manos con mucho respeto y me confesó que sólo con verlas deberíamos sentirnos felices, que era incomprensible no alcanzar la felicidad al contacto con aquellos cuencos.
  • Liliana M.has quoted2 years ago
    Eso era lo que habían visto en las primeras imágenes de la ecografía doppler de última generación, las cuales mostraban un organismo apenas en ciernes en el interior de su caverna, una cara que aún no estaba del todo formada, un golem modelado por unas manos torpes que salen de la nada y se aferran al abismo.
  • Liliana M.has quoted2 years ago
    Hemos vivido grandes dichas y otras tantas desgracias. Todo eso deja su impronta. En cambio, ella está empezando. Está al principio de su vida.
  • Liliana M.has quoted2 years ago
    Que tengas una vida larga y hermosa, que hagas las cosas que te gustan y que conozcas a gente maravillosa.
  • Liliana M.has quoted2 years ago
    Conserva ese buen corazón generoso y alegre. Eso es lo que enseñan los cuentos: a vivir las experiencias y, por tanto, a dejarse en el camino parte de la inocencia, a perder las ilusiones intentando a la vez permanecer puros, a no endurecernos demasiado.
  • Mon Margohas quotedlast year
    Entre el día en que se marcharon de allí aterrados y el día en que, no mucho más serenos, regresan con su bebé, se instalan por segunda vez en el mismo espacio
  • Mon Margohas quotedlast year
    Tras la llegada de la niña, a menudo se diver­tirán poniéndose a prueba mutuamente, formulando preguntas en forma de retos: ¿cómo eran los días antes?, ¿qué horarios teníamos? Por diversión, tratarán de recuperar la memoria inmediata de ese pasado, aunque ya muy lejano para ellos, con el fin de meterse durante un instante en su antigua piel de jóvenes. Ya no saben lo que es ser responsables sólo de sí mismos. Se hacen preguntas, pero no pueden revivir esa etapa de sus vidas con la misma facilidad con que se pondrían una vieja prenda que han encontrado por casualidad
  • Mon Margohas quotedlast year
    esfuerzo mental que tendrían que hacer se parece sobremanera a una tentativa de borrado; no quieren pensar ni un solo segundo en borrarla y, sin embargo, se preguntan cómo era su vida hace dos meses. En cualquier caso, el estupor es demasiado grande para poder llevar a cabo esta simulación del pasado. Sus mentes están ahora ocupadas por ese estupor.
    Algunas imágenes llegan desordenadas, impresiones, retazos dispuestos sin lógica aparente. Fluctúan, se amontonan, se yuxtaponen.
    Por supuesto, la niña actúa como un revelador. Ambos piensan en situaciones que ni ellos mismos recuerdan. Por ejemplo, a mis padres recién casados les pasó exactamente igual, también temieron hacerlo mal, estaban preocupados, fascinados, aprendieron sobre la marcha. Se despertaban por la noche, intentaban mantener los ojos abiertos, se esforzaban en cantar nanas por mucho que desafinaran
  • Mon Margohas quotedlast year
    Todas estas cuestiones le harán darse cuenta de lo poco que sabe en muchos ámbitos. Sus respuestas no siempre serán muy claras ni convincentes, y le turbará el inquebrantable empecinamiento de la niña, el incesante y reiterado reinicio de sus preguntas, como si la explicación proporcionada no le hubiera satisfecho
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