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Vi Keeland

  • Karina Vallihas quotedlast year
    Mi abuela siempre decía que una dama sonreía como un ángel y se guardaba sus pensamientos diabólicos para sí misma.
  • Karina Vallihas quotedlast year
    La única persona que me hace enojar eres tú. No has sido más que un problema desde el momento en que te metiste en mi vida
  • Maria Palomares Domingohas quotedlast year
    Toda chica tiene un chico al que nunca olvidará y un verano en que todo empezó.
  • Maria Palomares Domingohas quotedlast year
    «Tiene hoyuelos».

    Muy marcados.

    Ay, dios mío. Se me aceleró el corazón.
  • Maria Palomares Domingohas quotedlast year
    O la idea de que un hombre adulto lleve encima una figurita.
  • Maria Palomares Domingohas quotedlast year
    —¿Una mujer guapa a la que le gusta La guerra de las galaxias? ¿Quieres que pasemos de todas estas formalidades y nos casemos en Las Vegas?
  • Maria Palomares Domingohas quotedlast year
    Oye, no te pases. No faltes al respeto a las mujeres, y mucho menos a esta. Puede que sea la futura señora de Yearwood. —⁠Me miró rápidamente a los ojos y continuó⁠—: Aunque todavía no lo sabe.
  • Maria Palomares Domingohas quotedlast year
    —Yo también te quiero, cariño.

    Se llevó una mano al pecho y preguntó:

    —¿Me oíste?

    —Por supuesto. Es el motivo por el que seguí luchando.
  • Ashley Wilsonhas quoted2 years ago
    —Cómpralo. Sabes que lo quieres —dijo una voz profunda, ronca detrás de mí.

    Sorprendiéndome, eso causó una reacción instintiva que resultó en el muñeco deslizándose de mis dedos y cayendo al suelo. La cabeza se desprendió del cuello y cayó rodando.

    La mujer en la registradora gritó:

    —Lo siento, señorita. Tendrá que pagar por eso. Veinte dólares.

    —¡Maldita sea! —grité, siguiendo el camino de la cabeza rodante. Mientras me agachaba para recogerla, ahí estaba de nuevo la voz detrás de mí.

    —Y pensar que hay gente que dice que tiene una buena cabeza sobre sus hombros. —Parecía tener acento australiano.

    —¿Crees que esto es gracioso, idiota? —pregunté antes de darme la vuelta y tener mi primera mirada del hombre detrás de la voz.

    Me quedé helada.

    Oh. Mierda.

    —No tienes que ser una maldita perra al respecto. —Su boca se curvó en una sonrisa maliciosa mientras me daba la mitad inferior de Obama—. Y para que conste, creo que fue muy divertido, sí.

    Tragué y parecí perder la capacidad de hablar cuando tomé al Adonis de pie ante mí. Quería golpear y sacar esa sonrisa arrogante directo de su rostro, sin embargo, era un magnífico, cincelado, rostro desaliñado, enmarcado por una espesa mata de cabello marrón y cobre. No me jodas. Este hombre era increíblemente caliente, no alguien que esperaras que viniera por aquí. Esto era el medio de ninguna parte de EE.UU., no el interior de Australia por el amor de Cristo.

    Me aclaré la garganta.

    —Bueno, no pensé que fuera divertido en absoluto.

    —Entonces, necesitas quitar el palo de tu trasero y aligerarte—. Alargó una mano—. Dámelo, Princesa. Voy a pagar por la maldita cosa. —Antes de que pudiera responder, agarró los dos pedazos, y me maldije por el escalofrío que me recorrió la columna por el breve contacto de su mano acariciando la mía. Por supuesto, para rematar él tenía que oler increíble.

    Lo seguí hasta la caja registradora mientras buscaba en mi bolso por el sucio dinero, pero él fue demasiado rápido y ya lo había pagado.

    Me entregó una bolsa de plástico que contenía el muñeco roto.

    —Hay algo de cambio en la bolsa. Cómprate sentido del humor.
  • Ashley Wilsonhas quoted2 years ago
    —Sí. Sí lo hago. Si cambio tu neumático, me dejarás montar contigo.

    —¿Montar conmigo?

    —Montar, sí.

    —¿Qué acabas de decir?

    —Estás oyendo.

    Negué para eliminar las imágenes ahora intermitentes de eso. ¿Mi cansada mente acababa de imaginar que había dicho eso, o estaba jugando conmigo?

    —No puedo conducir cientos de kilómetros con un total desconocido —le dije.

    —Es una mierda mucho más segura que conducir sola.

    —¡No, si eres un asesino en serie!

    —Mira quién habla. Tú eres la que decapitó a un presidente de Estados Unidos.
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