Nadal Suau

que estamos aquí y no en otro sitio, que hacemos esto y no otra cosa, que lo hacemos ahora y no siempre o nunca… Que solo tenemos esta vida».

Nunca pasa nada, salvo que decidamos que sí.

Mientras dure el instante, ocupémoslo»,

«Envejecer sin modificarse no existe»

Hay que aceptar la finitud: que estamos aquí y no en otro sitio, que hacemos esto y no otra cosa, que lo hacemos ahora y no siempre o nunca… Que solo tenemos esta vida»

la idea de que el amor que sienten es el lugar exacto en el que deben estar

«Dos personas que se enamoran son dos infancias que se entienden mutuamente»; creo que es la definición de enamoramiento más acertada que he leído en mi vida. Veo al niño que fuiste y me conmuevo; veo en el niño que fuiste a la niña que fui y siento de nuevo una honda compasión. Casarse es reconstruir el propio espacio interior desde la interioridad del otro. Casarse significa también hacerse más grande y ajeno, inventar un territorio común donde ser más libres y amarse mejor.

habría añadido que el matrimonio es un manojo de días corrientes. Días que no son nada y que de repente emergen con su vital importancia.

Pero es que si queremos quitarle al amor el lastre de la opresión institucionalizada y si queremos, además, convertirlo en vector de nuestras relaciones y nuestros aprendizajes, debemos abogar por el desacomodo. Desmontar expectativas. No soportarnos más y justo un segundo después mirarnos muy serios y partirnos de risa.

Porque no somos los discursos que los otros nos imponen, no. Pero sí somos lo que hacemos con las cosas que nos dicen que somos.