Aunque Dios nos concederá la semejanza a Cristo cuando Jesús vuelva, mientras tanto, él quiere que crezcamos hacia ella. No debemos simplemente esperar la santidad; debemos buscarla. «Busquen la paz con todos», se nos ordenó en Hebreos 12:14 (NVI), «y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor». Preste especial atención a lo que dice: Sin la santidad, es decir, la semejanza a Cristo o la piedad, nadie verá al Señor, sin importar cuántas veces haya ido a la iglesia, con qué frecuencia se haya involucrado en actividades religiosas ni cuán espiritual crea que es.