Balam Rodrigo

  • Josué Osbournehas quoted2 years ago
    te supongo caminando por tu mirada en esa distancia,

    dejando todo atrás,

    las uvas, el vals, el amor, el tiempo, hasta tu propio ombligo,

    ya fuera de tu cuerpo,

    sin pensar,

    sin pensar.
  • Josué Osbournehas quoted2 years ago
    Recurro a la tentación de todas mis voces

    para darte el mejor de mis silencios

    y descubrir, al fin, mi voz saliendo de tu boca.
  • Josué Osbournehas quoted2 years ago
    porque en tu nuevo mundo

    no está el cuerpo mío

    amándote

    teniéndote cerca de la piel

    que ahora arde y envejece

    en esta tierra de misterio y tumbas.
  • Josué Osbournehas quoted2 years ago
    A lo lejos vivirás

    tu sueño de nube.

    Vencida. Inconclusa.

    Mía
  • Josué Osbournehas quoted2 years ago
    Te escribo y sé que atrás de todo esto hay algo menos luminoso, menos sonriente, yo soy capaz de amarte sin tocar algo que te pertenezca
  • Josué Osbournehas quoted2 years ago
    ¿Por qué —me digo—

    por qué

    si ya limpié mi casa

    aún te extraño?
  • Rafael Ramoshas quotedlast year
    Declaro: Que mi amor a Centroamérica muere conmigo.
    FRANCISCO MORAZÁN
  • Rafael Ramoshas quotedlast year
    Y Dios también estaba en exilio, migrando sin término;
    viajaba montado en La Bestia y no había sufrido crucifixión
    sino mutilación de piernas, brazos, mudo y cenizo todo Él
    mientras caía en cruz desde lo alto de los cielos,
    arrojado por los malandros desde las negras nubes del tren,
    desde góndolas y vagones laberínticos, sin fin;
    y vi claro cómo sus costillas eran atravesadas
    por la lanza circular de los coyotes, por la culata de los policías,
    por la bayoneta de los militares, por la lengua en extorsión
    de los narcos, y era su sufrimiento tan grande
    como el de todos los migrantes juntos, es decir,
    el dolor de cualquiera
  • Rafael Ramoshas quotedlast year
    y aún mientras caía, antes aun de las mutilaciones,
    antes de que lo llevaran al forense hecho pedazos
    para ser enterrado en una fosa común como a cualquier otro
    centroamericano, como a los cientos de migrantes
    que cada año mueren asesinados en México,
    mientras caía con los brazos y las piernas en forma de cruz,
    antes de llegar al suelo, a las vías, antes de cortar Su carne
    las cuadrigas de acero y los caballos de óxido de La Bestia,
    antes de que Su bendita sangre tiñera las varias coronas de espinas
    que ruedan sobre los rieles clavados con huesos
    a la espalda del Imperio mexica, el Señor recordó en visiones
    a su discípulo Francisco Morazán y le dio un beso en la mejilla,
    y tomó un puñado de tierra centroamericana y ungió con ella
    su corazón y su lengua
  • Rafael Ramoshas quotedlast year
    y recordó que Morazán le preguntó una vez,
    mientras yacían bajo la sombra de una ceiba,
    aquella en la que había hecho el milagro de multiplicar el aguardiente
    y las tortillas: “Maestro, ¿qué debemos hacer si nos detienen
    y nos deportan?”, a lo que Él respondió: “Deben migrar setenta
    veces siete, y si ellos les piden los dólares y los vuelven a deportar,
    denles todo, la capa, la mochila, la botella de agua, los zapatos,
    y sacudan el polvo de sus pies, y vuelvan a migrar nuevamente
    de Centroamérica y de México, sin voltear a ver más nunca, atrás…”
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