Pero, de repente, con la modernidad y todas sus consecuencias —industrialización, tecnología, urbanización y racionalización—, los riesgos principales (contaminación, superpoblación, cambio climático, etc.) ahora nacen del propio comportamiento de la sociedad. En el pasado, las amenazas principales de la humanidad eran las fuerzas de la naturaleza; ahora son autoinfligidas, nosotros somos la causa de nuestros propios problemas, y solo se pueden resolver al nivel de la sociedad que los creó.